sábado, 12 de enero de 2013

Brasas que hablan







Verano del 97
-Mirá como chilla-  le dice el Indio al Moro
-Sí, escuchá como viene!- responde el Moro
Están los dos en medio de un monte, en el claro de un monte con la luz que emanan las brasas. Se están por comer tres tiras de treinta centímetros, que se retuercen sobre la parrilla. Durante las dos horas en que transcurre el asado el Moro y el Indio no pronuncian más que estás dos frases. No conversan con palabras, hablan con el ritual austero del asador. Todo lo que tienen es tres pedazos de carne, un frasco de dulce ahora vaso de vino, una botella de vino tinto, un trapo con múltiples funciones, un cuchillo y un pedazo de pan. Pueden hacer el asado con un tronco recién hachado, una parrilla vencida y un braserío. Comen sobre los fierros de la parrilla una vez que la carne está digna de ser tragada y mezclan en su paladar el humo del cigarrito negro que comparten, la sangre de la carne y el buche de tinto. Reducen sabor y neutralizan la boca con pan. Y nuevamente el coctel de humo+sangre+tinto, y así durante un tiempo liviano de 19° grados nocturnos, bañado por el sereno. Podrían evitar las horas de sus vidas en talante amoroso de ser hermanos. No se abrazan, no se dicen que se quieren, no se valoran, no se reconocen, no se complacen por la presencia mutua: están. No hay educación ni cariño. Están. Están haciendo un asado, y vivirían en modo asado eterno. La manera que tienen de darse calor es prendiendo un fueguito y teniendo en la parrilla un cacho de cualquier cosa que les franquee el hambre. No son guapos, ni fuertes, ni agradecidos, ni simpáticos.  No saben ser valientes por que no conocen el miedo. Yo trato de no existir allí. Es decir miro,
miro,
escucho
el monte,
el chillido de la tira,
las pocas palabras que se dicen.
La traducción del “mirá como chilla", del ojo al oído, y el “escuchá como viene”, del oído al ojo, construye un zigzag de ascetismo escénico que no podría recrearse en un estudio de Hollywood con todo el oro de mis dedos. Por eso lo escribo.

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